Análisis de la canción "Una rosa es una rosa"




 “Una rosa es una rosa” es una rumba flamenca. Es una canción que se aparta por completo de la zona de confort de Mecano, cuyos temas suelen ser baladas o temas de género pop. La rumba flamenca es un género que se adoptó originalmente en Cuba como un estilo de danza con cierta influencia africana. Se podría catalogar como una rumba guaguancó, que es considerada la rumba más elaborada tanto en la música como la lírica. La pieza musical se divide en tres secciones: 

· Una diana: introducción acompañada de efectos sonoros creados por la voz o instrumental a la cual se añade la lírica.

· La narración: donde se cuenta la situación presente en la rumba.

· Una etapa de frenesí: la lírica narrativa se ve frenada por una etapa de algarabía y jolgorio donde se recurre a arreglos vocales y a solos de instrumentos para concluir finalmente con una nueva repetición del coro. 

   “Una rosa es una rosa” cuenta con una instrumentación creada a través de guitarras flamencas, contrabajo, cajón musical y palmas. Ana Torroja se adentra de manera magistral en el flamenco transmitiendo el dolor, la nostalgia y la fuerza de este género musical.


ANÁLISIS DE LA LETRA


Una Rosa es una Rosa
(J.M. Cano) 
Es por culpa de una hembra
que me estoy volviendo loco.
No puedo vivir sin ella,
pero con ella tampoco.

Y si de este mal de amores
yo me fuera pa la tumba,
a mi no me mandéis flores,
que como dice esta rumba:

Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa

que una rosa es una rosa es una rosa...

Y cuando abrí la mano
y la dejé caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel
y con sus pétalos
me las curó mimosa

que una rosa es una rosa es una rosa...

Pero cuanto más me cura,
al ratito más me escuece,
porque amar es el empiece
de la palabra amargura.

Una mentira y un credo
por cada espina del tallo,
que injertándose en los dedos
una rosa es un rosario.

Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa

que una rosa es una rosa es una rosa...

Y cuando abrí la mano
y la dejé caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel
y con sus pétalos
me las curó mimosa

que una rosa es una rosa es una rosa...

Duración: 4:48

   Este tema musical habla acerca de lo inesperado que es el amor y de lo variable que puede ser. El narrador es masculino aunque es interpretado por la voz de Ana Torroja y cuenta una experiencia que vivió. 

   En la primera estrofa el narrador se encuentra enamorado de una mujer y ella le está haciendo perder la razón. No se trata de una simple relación amorosa como las relatadas en las canciones románticas, sino que el protagonista se siente incapaz de vivir sin ella, pero no puede hacer una vida a su lado. Esto puede deberse a que el narrador ama a la mujer, pero tiene un carácter difícil que le impide intimar con ella. Por esto cree que es mejor amarla desde la distancia. 

   El protagonista está obsesionado con la mujer y le es fiel. Por esto pide a terceras personas que si muere a causa de ese mal de amores no le lleven flores. El narrador sabe que está obrando mal y reconoce que otras personas no se encontrarían involucradas en una situación tan nociva como la que él está viviendo. 

   Cuando el narrador afirma que quiso “cortar la flor más tierna del rosal pensando que de amor no” se podría pinchar, la rosa simboliza a la mujer que ahora lo atormenta. Él la escogió porque parecía la indicada para él, la más tierna y con la que no tendría dificultades posiblemente por su juventud e inocencia. Sin embargo, el protagonista pronto fue pinchado por esa rosa que había parecido inofensiva para él. Cuando comenzó a intimar con aquella mujer, poco a poco fue conociendo cómo era en realidad y descubriendo todos aquellos defectos que le atraían de la mujer y, a la vez, le desagradaban. 

   El verso que da nombre a la canción: “Una rosa es una rosa”, quiere decir que por más bella o tierna que parezca la mujer, posee espinas que le pueden hacer daño. El protagonista, centrado en su belleza, se olvidó de las espinas enamorándose de ella y ahora se encuentra en un callejón sin salida del que no puede salir. 

   La metáfora donde se menciona lo siguiente: “Y cuando abrí la mano y la dejé caer, rompieron a sangrar las llagas de mi piel” se refiere a que cuando el narrador se dio cuenta de cómo era ella en realidad, la mujer ya le había dejado heridas que serían difíciles de curar. Pero más adelante se dice que la misma rosa se encargaría de curar las heridas con sus pétalos de una manera mimosa. El protagonista se encuentra envuelto en una relación dañina y enfermiza donde ella lo hiere y lo busca arrepentida para volverlo a dañar. Al ser una rosa cuenta con momentos suaves y delicados (los pétalos) y otros capaces de hacer daño (las espinas). 

   El círculo vicioso donde se encuentran involucrados el narrador y la mujer es mencionado en la siguiente estrofa: “Pero cuanto más me cura, al ratito más me escuece”. Cuando el periodo de conflicto entre ellos terminada surge algún nuevo problema que rompe la tranquilidad. El amor que el protagonista profesa hacia la mujer es amargo, es una relación que fluctúa entre el amor y la amargura. 

    “Una mentira y un credo”. Una vez que ella le ha prometido que no volverá a cometer el error no tarda en romper el acuerdo con la mentira. Otra nueva espina presente en el tallo de la rosa. 

   El círculo vicioso de esta relación continuará de manera eterna hasta el momento en que uno de los involucrados vaya a la tumba.